Mil mujeres detras de una vitrina

Hoy no es un día conmemorativo ni tampoco alguna fecha en especial para escribir de ellas…más bien la motivación para escribir esta entrada fueron las lagrimas de Ivonne, la sonrisa de lucia, el abrazo de sair las palabras de patricia y el cálido y fuerte abrazo de Laura; he pasado cientos de horas pensado en cada uno de estas mujeres y otras que se me escapan pero que siguen allí  y que para mi son el motivo suficiente para escribir para homenajear  su temple y al mismo tiempo la dulzura y el amor con el cual enfrentan la vida que aunque a veces injusta no les quita lo bello ni por dentro ni por fuera. He buscado descifrar en ellas cada sentimiento, pensamiento pero no puedo negar que son un misterio he de allí la famosa frase de lo hombres “nadie las entiende” y es imposible no maravillarse con la sensibilidad con la cual aman y odian al mismo tiempo, con la facilidad con la que explotan en una fiesta de emociones y luego con la delicadeza como de quien la acaricia se sumergen en una desconocida paz y una sonrisa parece iluminar su boca. Esta es la historia de mujeres amigas, hermanas, madres, poetas, empresarias, profesionales, trabajadoras, esposas que acostumbran dejar huellas no solo en el corazón sino también en la vida. Hace unos días me cruce con Ivonne una mujer joven vi en sus ojos un aire de nostalgia quizás presentía lo que podría pasarle sin embrago ella decidió abrazarme como quien después de naufragar en la tempestad busca una orilla para descasar el alma o tomar un suspiro uno profundo que le devuelva las ganas de seguir ¿Quién es Ivonne? Ivonne al igual que miles de mujeres en este país es trabajadora se gana la vida de sol a sol pero al igual que miles que lo padecen sufre de cáncer, he visto lo difícil de sus tratamientos pero mas doloroso que esto dice ella- es sufrir la ingratitud de su hijo quien al ver su enfermedad no comprende en lo mas mínimo lo que esto significa, definitivamente Ivonne es solo el rostro de muchas otras mujeres que afrontan el cáncer solas y sin embargo siguen allí en la trinchera de sus vidas puestas en pie de lucha.

Sair, otra historia que no es lejana sino mas bien la portada de un libro que habla y tiene voz. Es una empresaria  acusada injustamente por la por la ley que la llevo a la cárcel por mas menos de un año allí aunque ella misma dice aprendió el valor de la vida y a enfrentar el rostro de sufrimiento también encontró mujeres con hijos que entre calles y esquinas aprendieron a rasguñar la existencia pero que al igual que ella por mas dinero que hubiera todas en ese lugar eran iguales, mujeres con una historia, con una vida, con el deseo infinito de volver a empezar y corregir lo hecho pero encerradas entre rejas. Luego de varios ajustes y contrademandas Sair salió libre y aunque la justicia reconoció su error su hoja de vida y nombre quedaría salpicado por la culpa que no le correspondía pero que llevaría por siempre. Allí en la cárcel aprendió el oficio de la bisutería lo cual le permitió tener un hermoso local en la cuidad donde  vende accesorio femeninos, es difícil recordarlo me dijo-: “pero creo que las cosas suceden por algo” exclamo con un suspiro sin poder pasar desapercibido el profundo dolor que esto le causaba.

¿Cuánto sufrimiento tenia al recordarlo? ¿Cuántos torbellinos pudo a ver tenido sair o Ivonne en su cabeza? Y no solo ellas sino quienes todos lo días en cualquier lugar del mundo lloran en silencio el maltrato y el desamor de su esposo, la insolencia de lo hijos, las heridas del pasado, la intolerancia de muchos quienes las reconocen como seres inferiores y débiles; no es mi intención que este escrito solo recuerde lo sufridas o pobrecitas que somos  ¡no de eso no se trata! Se trata de recordar y hacer memoria de que  somos seres hechos para amar que esta es nuestra naturaleza que somos bellas por el hecho de ser un templo humano capas de dar vida…Las mujeres  tiene en sus manos el regalo infinito y universal de amor y con ella la única salida para tanta guerra y destrucción…la paz.

Quizás escribo de ellas porque ciento como ellas, porque he visto llorar a mi madre y  pero no quisiera terminar sin dejar algo que encontré esta semana mientras buscaba algunos datos para esta entrada son 7 mujeres que trabajan en Afganistán en un pequeño salón de belleza; ¡quizás hasta aquí todo es normal! La diferencia de este salón de belleza que para mi criterio es un hada mágica que las hace mas bellas de lo ya eran y lo son es que sus rostros fueron quemados por acido algunos por sus hermanos o esposos o  un accidente sin embrago detrás su mirada y su sonrisa, detrás de aquellas vitrinas a veces llenas ropa glamurosa, lujosos atuendos están los rostros de miles de mujeres de verdaderas mujeres que mas que maquillaje o lindo accesorios llevan en su naturaleza el regalo mas grande y poderoso de ser una mujer.

Quiciera dejar a todas y a todos esta cancion que ha sido para mi un himno a la vida...Soraya ya no esta entre nosotros pero la fortaleza de sus palabras y de su musica sigue acompñanado a miles de mujeres a continuar y no rendirse.

"El camino no ha sido siempre fácil, sin embargo la esperanza, los sueños e ilusiones no han dejado nunca de estar presentes. Sueños de los cuales ustedes han sido cómplices incondicionales, algunas veces caminando a mi lado, cantando conmigo, o llevando mi mensaje de esperanza a esos lugares a los que físicamente no he podido llegar. Por eso, mil gracias. 

Soraya.

Con cariño:

Palabras al silencio